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Nuestro proyecto CACE empieza con todas las medidas de seguridad

Aunque este curso va a ser muy diferente, los educadores/as y voluntarios/as que hacen posible el Proyecto Socioeducativo CACE de nuestra Federación Valdoco han comenzado con todas las ganas para que los niños y niñas que acuden cada tarde al proyecto puedan aprovecharlo al máximo.

En todas nuestras sedes, unos en Octubre y otro algo más tarde pero han ido arrancando sus actividades, en contacto directo tanto con los centros escolares como con las administraciones locales y regionales.

En este momento tenemos en activo los Caces de Citycentro, Savio, Maux, Piza, La Rokosa y Puertobosco atendiendo a más de 200 niño y niñas en situación de vulnerabilidad para los que este espacio es su oportunidad para tener un seguimiento escolar a la vez que desarrollan y refuerzan sus habilidades sociales en la relación con el grupo y se divierten con los juegos y dinámicas lúdicas organizadas y adaptadas a su edad.

Desde nuestra Federación hemos querido facilitar que tanto educadores y voluntarios como los propios participantes del proyecto estén totalmente protegidos ante el COVID y para ellos les hemos dotado de material sanitario como mascarillas higiénicas y lavables así como gel hidro alcohólico.

Además de habilitar grupos burbuja que garantizan el desarrollo de un proyecto con seguridad y con la atención personalizada que lo caracteriza.

Algunos de los menores que participan en el proyecto de Cace Citycentro en Vallecas dan su opinión sobre lo que significa para ellos este espacio: Paulo, uno de los niños que se han incorporado nuevos al proyecto este curso, nos cuenta sus sensaciones tras sus primeras tardes en el CACE. «Estoy encantado pese a llevar solo unos pocos días. Me lo paso muy bien y aprendo mucho». También hemos hablado con Alfonso, uno de los alumnos con más recorrido en el proyecto, que nos cuenta lo que le supone estar en CACE. «Nos ayudan bastante, y además aprendemos a trabajar otras cosas como por ejemplo la empatía», asegura. «Echo de menos esos momentos en los que nos juntábamos todos», confiesa Alfonso

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