Los miembros del CJNurusa, el viernes 26 de Enero participan de la Eucaristía con la imposición de pañoletas y, además, de un emocionante concurso de postres.

Viernes anteriores fuimos organizando el esperado momento de la celebración de don Bosco. De hecho, con tiempo anunciamos el concurso de postres, y, además nos fuimos organizando para participar más vivamente en la celebración de la Eucaristía.

El viernes por la tarde, desde el inicio, se respiraba emoción en el ambiente, pues fue el momento en el cual todos los chicos, coordinados con los miembros de sus grupos, iban trayendo los ingredientes. A continuación, y gracias al buen tiempo de esa tarde, realizamos una serie de juegos en el parque más cercano.

Subimos a la capilla para un último ensayo. Tuvimos la suerte de contar entre nosotros con la presencia de un salesiano, LuisFer para los amigos. Él coordina el Centro Juvenil Maux, la pastoral del colegio, y nos ayudó muchísimo a vivir este momento, pues nuestra capilla le recuerda a los inicios de su vida como sacerdote. Además, nos animó a seguir luchando por hacer el bien, que, al final, siempre triunfa.

En el momento de la acción de gracias, fuimos llamando en primer lugar a animadores y a preanimadores, agradeciéndoles el tiempo de su vida que ponen a disposición de los niños y jóvenes de nuestro Centro Juvenil. Seguidamente, y uno por uno y llamándoles por su nombre, cada chaval nuevo este curso en Nuevas Rutas, recibía la pañoleta de manos de sus padres, abuelos o animadores (ellos son los que lo eligen).

En el momento final, todos cantamos el himno de Nuevas Rutas, pues es lo que a todos nos une.

La segunda parte de la tarde estaba preparada en el comedor del colegio. Cada grupo , con sus mesas y su cartel correspondiente, rápidamente comenzaron a cocinar lo que, durante los últimos días habían estado preparando.

Emoción, nervios, algunos pensaban que no les daba tiempo.

Elegimos como miembros del jurado a dos padres, dos animadoras y dos de nuestros chicos mayores. Ellos iban tomando nota. Finalmente, cada grupo les presentó sus creaciones pasteleras y, por supuesto, las probaron. Hubo un momento de deliberación y, finalmente, se entregaron los diplomas a los tres grupos ganadores en las categorías de: mejor sabor, originalidad y mejor presentación.

Con alegría por todo lo vivido y compartido, recogimos el comedor y así finalizamos una dulce tarde de convivencia en torno a don Bosco.