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Campamento Mataelpino Sideral

Un año más, en Citycentro hemos vuelto a disfrutar de doce días magníficos de campamento tanto en la sección de Chiqui como en la de Preas. Después de un año cargado de actividades y grandes momentos, y de tantos otros veranos con campamentos repletos de disfrute, Mataelpino 2017 quedará en el recuerdo como una sensacional experiencia.

La temática escogida para ambientar el campamento este año fue el espacio. La historia que nos acompañaría durante todos los días comenzaría con la Tierra destruida, por lo que tuvimos que construir una nave y viajar a un nuevo planeta, el cual, tanto humanos como alienígenas debíamos cuidar mejor y demostrar que habíamos aprendido de nuestros errores.

Por un lado, durmiendo en las habitaciones y con la alegría y locura que les caracteriza, más de cincuenta niños de Chiqui con sus respectivos animadores han disfrutado de doce días de juegos, talleres, aventuras, deportes y, sobre todo, mucha diversión en estado puro. Además, el pinar estaba poblado por la sección de Preas. Instalados en tiendas de campaña, una experiencia innovadora pero muy interesante para ellos, han disfrutado del magnífico ambiente que han creado entre todos ellos. Su valor como grupo es incalculable y así ha quedado demostrado en los diferentes momentos.

Por lo tanto, podemos decir que hemos disfrutado mucho. Ni siquiera los dos días en los que llovió a todas horas hubo aburrimiento, al contrario, son esos los momentos que más nos unen. Piscina, juegos, canciones, descubrimientos… sin ninguna duda los días en el albergue de Mataelpino son cada día algo único.

Pero hay más. También nos gusta salir del albergue a conocer un poco más la montaña y, sobre todo, a nosotros mismos y nuestros compañeros. Es por eso que, con la inestimable ayuda de Paco y Jesús, realizamos sendas marchas por la montaña. Los más pequeños fuimos a las piscinas de las Berceas por el camino Schmidt, mientras que en Preas pasamos una noche fuera y llegar al Mirador de los Robledos.

El día de padres fue otro día especial para nuestro campamento. Desde bien temprano comenzaron a llegar los padres, madres y demás familiares de los acampados para pasar un día en familia y disfrutar del ambiente de nuestro campa. Tuvimos un rato de piscina, además de una Eucaristía y unos divertidos juegos ambientados en la temática espacial en los cuales todos jugamos juntos y creamos un gran ambiente.

Otro día clave fue el día de Multiaventura. Como ya sucediera hace un par de años, nos desplazamos hasta el pueblo madrileño de Lozoya. Allí disfrutamos de numerosas actividades donde demostramos que somos grandes deportistas y excelentes aventureros: escalada, circuitos de cuerdas, tirolina, rappel, canoa o pádel-surf.

Como habéis podido comprobar, un campamento en Mataelpino da para mucho. Pero lo más importante no son las actividades, sino el clima de amistad y alegría que hemos conseguido durante estos doce días. Basta con leer algunas de las cosas que nos hemos dicho unos a otros en los diversos momentos de acción de gracias. Nos da pena que el campamento se haya acabado, pero lo cierto es que en cada uno de nosotros se dibujará una sonrisa cada vez que pensemos en Mataelpino 2017. Solo queda agradecer a los animadores (y por supuesto a los preanimadores), al equipo de cocina e intendencia, a botiquín y a todos los que han echado una mano tanto en el campa como en la preparación del mismo. También, por supuesto, a los grandes protagonistas, los chavales, pues ellos son el centro de esta aventura que, como dice el himno, “no podremos olvidar”.

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